La incertidumbre laboral en Colombia aumenta entre comerciantes debido a una posible reforma laboral, reflejada en una tendencia a la baja en la contratación y preocupación por los efectos en costos laborales y la reactivación económica.

El clima de incertidumbre que rodea al ámbito empresarial colombiano ha alcanzado niveles alarmantes para los comerciantes, especialmente en relación con la reforma laboral propuesta por el Gobierno de Gustavo Petro.

Una investigación difundida por Fenalco en su Bitácora Express revela una tendencia a la baja en la contratación en el sector comercial durante los primeros dos meses del año, con una disminución de 277.000 puestos de trabajo en comparación con el mismo período del año pasado.

El reporte del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) indica que en febrero de 2024 hubo una reducción de 167.000 ocupados en el comercio, equivalente a un 4 % menos respecto al mismo período del año previo.

El presidente de Fenalco, Jaime Alberto Cabal, manifestó su inquietud por esta tendencia, describiéndola como un «doloroso deterioro en el empleo formal» y atribuyéndola al desempeño negativo del comercio desde finales de 2022. Los resultados de la encuesta de Fenalco muestran que el 86 por ciento de los empresarios anticipa que el nivel de contratación de personal en sus compañías se mantendrá igual o disminuirá durante este año, mientras que solo un 14 % planea incrementar su plantilla, lo que representa una reducción significativa en comparación con años anteriores.

Además, los comerciantes están preocupados por el posible impacto de la reforma laboral, ya que el 81 por ciento de las empresas del sector podrían verse afectadas, especialmente en áreas como la restauración, los bares, la hostelería, el transporte, el entretenimiento y la seguridad privada.

Frente a la eventualidad de un aumento en los costos laborales debido a la reforma, el 31 por ciento de  los empresarios indicó que podrían verse obligados a disminuir o evitar la contratación de nuevo personal.

Además, considerarían ajustar horarios, subir precios, adoptar tecnología para sustituir mano de obra o incluso cerrar puntos de venta. Ante esta situación, Jaime Alberto Cabal instó al Gobierno a reconsiderar la necesidad de una reforma laboral que, en su opinión, podría resultar en la destrucción de cientos de miles de empleos, aumentar la inflación y los costos laborales para las MiPymes, y no abordar de manera efectiva la informalidad ni promover la reactivación económica.

Publicado por Cartagena Herald, agencia de noticias e información.